El día que me visitó mi oscuridad.

No sé que me pasó, perdí el control de mi totalmente fue como si me desconectara y saliera mi lado más obscuro y aterrador, recuerdo mirarme de fuera y decirme: “me das miedo.” Grité, lloré cómo si alguien me estuviera acuchillando y maldecía como una loca, cómo esta loca que yo pensaba que ya no existía.

Me calmé, le marqué a un amigo, me puso a respirar y me fui corriendo, huyendo de él cuando solo quería huir de mi, cambié la historia en mi cabeza y me decía que él me había dado miedo, no es cierto, yo era la que se había transformado.

Les conté a mis amigas y recuerdo decirles que la parte más aterradora era que él me había recordado a mi ex novio, se rieron y me dijeron: No fue él, fuiste tú. Esas palabras causaron un impacto cabrón, les juro dije “verga, siempre fui yo.” Y yo toda pendeja pensando que todas las peleas habían sido culpa de mi ex, cuando también era yo, solo que hace años que no veía a Camila. Así decidí nombrar a mi alter ego, porque es bien perrita y cómo solo había salido con mi ex yo dije a huevo ya me curé.

En fin, me castigue muchísimo, recuerdo decirme cosas feas, hacerme sentir chiquita, decirme que si lo perdía me lo merecía, por tonta, por perder la cabeza, hasta que me dije ¡¡basta!! Tenía que entender que era un ser humano y que no era perfecta, que aunque ya estuviera trabajando en mi esta chamba nunca termina y todavía hay muchas cosas que sanar, es un camino sin fin muchachos, pero un camino que sé que vale la pena, no hay arma más grande que conocerse a uno mismo y ser humilde para decir la cague en esto, ni pedo, somos humanos vamos a chambearle para ser mejores. Así como salió mi María que me hace menos, luego salió mi María que es fabulosa a recordarme que era una buena persona, tipaza, con buen corazón y que solo me equivoque.

Me es muy importante contarles esto porque podemos ser nuestro peor enemigo, dándonos latigazos por haber sido humanos, creo que nos equivocamos y eso es normal, el decirte cosas feas y culparte una y otra vez no te va a llevar a ningún lado. Lo que toca hacer es darse cuenta y luego trabajar en eso para entender de dónde viene y luego sanarlo, no por los demás, por nosotros mismos si yo trabajo en ser una mejor María diario por consecuencia voy a ser una mejor amiga, hermana, hija, novia, etc.

Odié que pasara porque sentí una angustia y ansiedad que hace meses no sentía, tal vez años pero en serio aprendí tanto en 48 horas y 45 minutos, más de lo que había aprendido en toda la universidad.

María.