Cuentos que cuentan.

Él.

Siempre la recordaba, tenía años sin hablar con ella, ¡que tonto!

¿En qué momento la arranqué así de mi vida? Estoy seguro que ella también sentía algo, juro que entre nosotros había conexión, complicidad y la amistad más bonita.

¡Fui un tonto!

Ella no quería dejarme ir, me escribió un par de veces para arreglar las cosas y yo tuve miedo, ni siquiera le contesté.

Ella

Recuerdo aquella noche en ese viaje a la playa, mi amiga le estaba coqueteando y yo sentía una punzada en la panza y una sonrisa falsa constante… quería gritarles:

“¡¡NO LO HAGAN!!”

No lo hice, me quede callada. Con él siempre me quedaba callada, pero juro que mis ojos le decían todo, ¿cómo no pudo darse cuenta?, ojalá él hubiera sentido lo mismo.

No sé que éramos, solo sabía que te quería en mi vida siempre… y te fuiste sin decir adiós.

María.